Los ríos y los mares albergan peces.
Los cielos aves.
La tierra y todo lo que la conforma,te alberga a ti.
Te tiene a ti, quieta y mansa; alborotada, voraz de conocimientos.
Observa las horas, los tiempos invertidos buscando fuera, lo que siempre estuvo dentro de ti.
Ese deseo de amor, ese deseo de búsqueda del amor, de la alegría.
Que por todos los medios y las formas pretendías encontrar en los otros.
Ese regalo te lo está siempre dando la vida misma a ti, a cada instante.
Cuando en el silencio y en la calma lo hallas dentro de ti, comprende que eso eres tú.
Eres lo que siempre fuiste y habías olvidado.
Ser es Ser. Sin hacer.
Nada por Ser.
Ser eres, cuando haces y eres sin intención de agradar o ser aceptado.
Lo sabes, lo encuentras, lo olvidas.
Y te mudas de una y otra ropa, para agradar, para encontrar el beneplácito de los demás y sentirte amada.
Al unísono exiges lo mismo de los demás.
Exiges que el otro se ponga el ropaje que tú quieres, el que te gusta…Sin poder darte cuenta y comprender que ese ropaje va cambiando y aunque te lo vuelvas o se lo vuelva a poner, ya no es el mismo, ha cambiado su color, ha cedido o ha encogido…
Observa y en la observación comprenderás que lo que fue, no puede ser traído otra vez al presente.
Pretender que las cosas o las personas, siempre se comporten de la forma que esperas, es un comportamiento inmaduro y hasta demente en ocasiones.
Acepta que todo siempre está en continuo cambio. Y tú también.
Y permite que tu alma fluya en ese cambio dúctil, sin prisa ni presión; sin decoro o pretensión.
Permítete de disfrutar de no ser nadie en especial, comprendiendo que mucho de lo más bello en éste mundo es ignorado o no visto.
Disfruta de lo sencillo, lo cotidiano. Lo racional e irracional.
Nada por temer. Nada por defender.
Nada por apegarse, nada por liberar.
Permite que cada experiencia vivida, se vaya soltando con gracia de ti.
Lo mismo igual con las personas.
Siente infinita gratitud cuando lleguen.
Siente infinita gratitud cuando partan.
Respira y al respirar, observa como sucede la vida en ti.
Y entonces comprenderás que con cada inspiración, que con cada exhalación, la misión es amar el disfrute del existir.
Todo está en Paz, cuando tú estás en Paz.
Evita los lugares ruidosos.
Las personas altivas y orgullosas de Ser.
Disfruta de SER NADIE, y sentirás el gozo del Todo en ti.
Anadi Tinebò